La importancia de un refugio - Carta 75 de 365
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"Vuela alto, apunta alto"
Caminar despacio, escribir con buena letra, analizar cada respiro que forma cada espacio de mi, saber hacia que vertiente ir con la naturaleza de querer alcanzar lo inalcanzable.
No todos tienen la suerte de poder volar y apreciar el arte de un recuerdo que sacia talento, uniendo armonía o naturaleza sintiendo que este podrá ser nuestro momento. Olvídate de la tinta que corre por mis mejillas, de las letras que complementan mi costillar, soy ese garabato en el brazo con la ilusión del primer tatuaje.
Tenemos la mala costumbre de no saber expresar lo que es amar, llegamos tarde, pedimos la hora y como si no fuera suficiente nunca pedimos perdón, millones de veces he deseado bajarme del tren pues por mas que veía a los pasajeros nadie tenia nada que me hiciera sentir, me caí solo demasiadas veces ya, intente hablar con el maquinista y ni siquiera hablábamos el mismo lenguaje, lenguaje que me sirve para decirte que vueles, vuela alto, que nadie te tape el sol, y si alguien lo hace tienes que prometerme que buscaras refugio, refugio que sea paz, calma y te proporcione libertad.
Y si aún no te sientes libre ven hacia mi, pues yo me partiré la cara con quien sea para que puedas seguir sintiendo que eres libertad.
Nada mas por hoy.Te escribo mañana
Posdata; Cuídate: Carta 75 de 365
"Vuela alto, apunta alto"
Caminar despacio, escribir con buena letra, analizar cada respiro que forma cada espacio de mi, saber hacia que vertiente ir con la naturaleza de querer alcanzar lo inalcanzable.
No todos tienen la suerte de poder volar y apreciar el arte de un recuerdo que sacia talento, uniendo armonía o naturaleza sintiendo que este podrá ser nuestro momento. Olvídate de la tinta que corre por mis mejillas, de las letras que complementan mi costillar, soy ese garabato en el brazo con la ilusión del primer tatuaje.
Tenemos la mala costumbre de no saber expresar lo que es amar, llegamos tarde, pedimos la hora y como si no fuera suficiente nunca pedimos perdón, millones de veces he deseado bajarme del tren pues por mas que veía a los pasajeros nadie tenia nada que me hiciera sentir, me caí solo demasiadas veces ya, intente hablar con el maquinista y ni siquiera hablábamos el mismo lenguaje, lenguaje que me sirve para decirte que vueles, vuela alto, que nadie te tape el sol, y si alguien lo hace tienes que prometerme que buscaras refugio, refugio que sea paz, calma y te proporcione libertad.
Y si aún no te sientes libre ven hacia mi, pues yo me partiré la cara con quien sea para que puedas seguir sintiendo que eres libertad.
Nada mas por hoy.Te escribo mañana
Posdata; Cuídate: Carta 75 de 365
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