Cristales - Carta 88 de 365
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"Arañame, roza todos mis puntos cardinales"
Cristales, que arañan mis tripas, expertos en hacernos sangre, con ganas de nada siempre y siempre con fuerza para todo, he perdido la cuenta de las veces que me he quemado con el sol. Da igual quien lo cante, ahora yo digo alto y claro que me siento como un kamikaze.
El infierno no me acoge porque me falta un pecado, he hablado con el diablo y me ha dejado colgado, he caminado descalzo, he bailado con la muerte, he mirado a la pena a los ojos y no te gustaría saber que se siente.
Siempre entre el cielo y el asfalto me creo que puedo jugar a ser dios, de adivinar concretos que se quedan en perdición, nunca fui bueno en esto de cuidarme, ni seré el mas indicado para poder alcanzarme, mi cabeza juega conmigo con cada puto instante, a ratos felicidad a otros drama constante.
Pero a la vez he aprendido a cuidarte porque soy yo el que quiere devorarte ,saborearte, probar centímetro a centímetro de tu arte, sin quererlo me he dado cuenta que eres el mejor pecado en esta luna menguante.
Sin miedo de parecer cursi te digo que tu, si, tu, de pelos de punta, de lagrimas desordenas, de imposibles que se hacen realidad, logras que este bala perdida encuentre su lugar.
Nada mas por hoy. Te escribo mañana
Posdata; Cuídate: Carta 88 de 365
"Arañame, roza todos mis puntos cardinales"
Cristales, que arañan mis tripas, expertos en hacernos sangre, con ganas de nada siempre y siempre con fuerza para todo, he perdido la cuenta de las veces que me he quemado con el sol. Da igual quien lo cante, ahora yo digo alto y claro que me siento como un kamikaze.
El infierno no me acoge porque me falta un pecado, he hablado con el diablo y me ha dejado colgado, he caminado descalzo, he bailado con la muerte, he mirado a la pena a los ojos y no te gustaría saber que se siente.
Siempre entre el cielo y el asfalto me creo que puedo jugar a ser dios, de adivinar concretos que se quedan en perdición, nunca fui bueno en esto de cuidarme, ni seré el mas indicado para poder alcanzarme, mi cabeza juega conmigo con cada puto instante, a ratos felicidad a otros drama constante.
Pero a la vez he aprendido a cuidarte porque soy yo el que quiere devorarte ,saborearte, probar centímetro a centímetro de tu arte, sin quererlo me he dado cuenta que eres el mejor pecado en esta luna menguante.
Sin miedo de parecer cursi te digo que tu, si, tu, de pelos de punta, de lagrimas desordenas, de imposibles que se hacen realidad, logras que este bala perdida encuentre su lugar.
Nada mas por hoy. Te escribo mañana
Posdata; Cuídate: Carta 88 de 365
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