Resolver lo imposible - 322 de 365

   Ella me hizo creer que podía volar sin alas, me elevó al cielo haciendome creer que podía quedarme alli para siempre.

Sentí que aquel era mi lugar, que era donde yo debía estar, atrás quedaron los demonios que osaron a cortarme las alas y hundirme en las más oscuras de las miserias. Siempre diré una mil veces que me devolviste el aire que me arrebataron.

Fuimos sexo que se camuflan entre cuerpos desnudos, nos comíamos con la mirada desde la primera vez que nos pudimos ver.

Que nos tenemos ganas es una realidad más que un deseo, lástima que a mí me quede poco aquí y tu no te atrevas a demostrarlo.


                                                                             Nada más por hoy. Te escribo mañana.
                                                                                             Posdata; Cuídate: Carta 322 de 365

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