Erase una vez era y quiso ser - Carta 26 de 365

Erase una vez un chico que no sabia si tenia miedo de huir, en el tintero quedaron balas perdidas, la princesa de un reino infeliz, era y ya no es, era y quiso ser, era y ya se fue a recuperar el corazón que no sabe si tendrá. Gaviotas emigran a un mundo mejor, cantos de sirenas que te engañan al por mayor, no saber el precio de esa poesía, cada tinta de esa letra se hizo con amor de armonía.

El no llora, se perdió, el no ríe, se esfumó. Las campanas del final se acercan a su cabeza, con destreza consigue escapar de este laberinto cruzado. No mira, no huele, no siente, no corre, no huye, no se enfrenta.

Paso a paso termina el calvario del que se enfrentó, no pide disculpas, no pide perdón.  El echa de menos piensa de más, sueña con alas, alas que no están. Y ya no más, se queda seco sentado en la esquina de la decepción le acompaña las olas de cada renglón la salitre le inunda toda percepción el quiso ser fuerte y no lo logro.

Cada día se levanta pie derecho el primero, se besa las manos pidiendo piedad no encuentra esperanza para superar, el peso del miedo le vuelve a inundar.

Este chico no encuentra la forma de huir, palos de ciegos sin respuesta da el, se vuele loco sino encuentra la manera, lo que tu no sabes es que el soy yo.

Yo no miro, no huelo, no siento, no corro, no huyo, no me enfrento, no pido disculpas no pido perdón, yo, que echo de menos y pienso de más.




                                                                                        Nada más por hoy.Te escribo mañana
                                                                                                       Posdata: Cuídate; Carta 26 de 365

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