La luna de Grecia - Lectura especial - Carta 31 de 365
Me disparé a mi mismo no sé cuantas veces buscando pasos donde solo había
muros
Y mal herido sigo andando, sigo en pie, duele el alma. duele todo, pero sigo
Porque en mi cabeza esquivo el fuego de mi muerte
Porque en sus cenizas vuelve a resurgir el ansia de mi ser
El concierto que habita en mi tiene su nombre
Nadar a la deriva, el mar, el viento, la canción
Cuando descubro que solo quedan ascuas
Aun me quedan fuerzas para nadar hasta la cima
De cada mirada fuego
En la deriva mi pulmón
La luz que despierta la fuerza de mi intuición
Loco por quererla ella
Loco por oir mar en este corazón
Soy quien soy porque lo quise ser
Es su piel, su lunar su sonrisa mortal
Y ya me da igual que todos se olviden de mi
Yo soy el culpable por querer este fin
El unico que entiende tu mal humor
De este error mortal que protagonice yo
La lucha de un loco entre corazón y la mente
Tatuajes pegados piel con piel
Es la rabia que me agota a mas no poder
La musa perfecta que me incita a ser
Es el agotamiento que suscita mi equilibrio
La fuerza desmedida de cada polo opuesto
Es la cárcel donde yo reía inocente
El fugitivo que se muere por volver
Voy a coger el dolor lo mezclare con agua y menta
A la fiesta de mis labios mordidos y cincuenta
Soy recuerdo a verano y sentir el temblor nos mata a los dos
Yo soy tu querer que si, pero soy tu deber que no
Tu bendito problema sin solución.
Posdata: Cuídate, siempre cuídate.
Carta 31 de 365
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