Martes - Carta 282 de 365
Martes, ocho menos veinte de la mañana, estoy sentado en la misma cafetería de siempre, a mi derecha el mismo batido de proteínas, huele a café recién hecho y fantaseo con bañarme en ese olor. Pese a que he entrenado por la mañana mis ojos siguen algo pegados por legañas, si de mi dependiera volvería a mi cama.
En la mesa de enfrente esta el chico de siempre con su portátil, me parece anormal a la hora que llega el aqui, pues yo llego a las 7:15 y siempre está aquí ya, ¿a qué hora se levantará? ¿A qué hora llegará aquí? siempre rondan esas preguntas en mi cabeza.
Ya ha parecido el padre con sus tres niños pequeños, siempre les da de desayunar en la misma mesa, aún no me fijado el que pero seguro que nada bueno. A mi hoy se me han olvidado los cascos, no puedo refugiarme ni en música, ni en videos, por lo que ahora me entretengo observando la gente de mi alrededor, practica que me doy cuenta que debería hacer más a menudo.
Nada más por hoy. Te escribo mañana
Posdata; Cuídate: Carta 282 de 365
En la mesa de enfrente esta el chico de siempre con su portátil, me parece anormal a la hora que llega el aqui, pues yo llego a las 7:15 y siempre está aquí ya, ¿a qué hora se levantará? ¿A qué hora llegará aquí? siempre rondan esas preguntas en mi cabeza.
Ya ha parecido el padre con sus tres niños pequeños, siempre les da de desayunar en la misma mesa, aún no me fijado el que pero seguro que nada bueno. A mi hoy se me han olvidado los cascos, no puedo refugiarme ni en música, ni en videos, por lo que ahora me entretengo observando la gente de mi alrededor, practica que me doy cuenta que debería hacer más a menudo.
Nada más por hoy. Te escribo mañana
Posdata; Cuídate: Carta 282 de 365
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