Miércoles - Carta 283 de 365

Sentado en el mismo sillón, con el mismo batido de proteína, cansado por el entrenamiento de esta mañana aprecio algo que antes no me había dado cuenta. Ha pasado dos mujeres con una especie de carrito de la limpieza, es habitual en mi, escuchar que aqui la gente hable en inglés, no ha sido el caso, hasta donde yo he podido interpretar era portugués, me ha sorprendido gratamente la similitud del Portugués al Castellano.

Pese a eso prácticamente no he entendido nada, pero sin embargo su vestimenta poco planchada, su moño echo con un bolígrafo, y las ojeras que le caen hasta el suelo me hacia ver que no es su único trabajo, probablemente lo compagine con otros más.

Lo que me hace pensar hasta que punto nos esforzamos para llegar a fin de mes, para darle de comer a nuestros hijos, o simplemente para sobrevivir, por ser capaces somos hasta de emigrar a otro país, me encanta la fuerza de voluntad que si puede llegar a tener, pero, ¿y si por un momento todo ese esfuerzo es para nada? ¿Y si a lo único que aspiras en tu vida es a sobrellevar deudas, comer arroz con tomate hasta que te duela la barriga y poco más?

Me da miedo pensar que se pueda caer en ese pozo y dinámica de vida, pero es tan probable que pase, que te sorprendería.


                                                                          Nada más por hoy. Te escribo mañana
                                                                                          Posdata; Cuídate: Carta 283 de 365