Mi pequeña habitación - Carta 48 de 365
"Siendo vulnerable hacia tus disparos al aire"
Mi habitación me ha visto llorar como nunca nada ni nadie ha sido capaz, yo que me he roto en dos como no puedes imaginar, la almohada que me pide el divorcio cansada de mojarse y saber lo que perturba en mi mente. Como decía Alfred yo que quise llevarte de la Tierra hasta Marte pero me tuve que conformar con el compás de espera.
Te dejo en mi recuerdo, salgamos afuera, que estalle mi guerra hacia ti, volviéndome loco, borracho de besos, locura civil.
Acostumbrado a ser el poeta suicida que se deja la piel en cada batalla, analizo las respuestas, todas se encallan, lucho a babor para salir a flote, pido por favor que no se me note, escalo paredes, salto muros infinitos pero cuando llego a lo que parece que es el final, tus labios imaginados por mi, mi corazón me grita VUELVE, inocente corro hacia ellos esperando respuesta inmediata pero cuando me quiero dar cuenta otro muro se pone delante de mi, llevo así días, que digo días, meses, meses que se vuelven infinitos, pero por mas que que quiera el fin, y mira que me lo repito, sigo escalando, saltando e intentando volar por si en algún momento alcanzo la meta final.
De momento no paro de luchar, quiero ganar, llegar hasta el momento justo y final, pero no puedo prometer que en algún momento pare, me baje del barco y reme hasta la orilla pidiendo piedad.
Nada mas por hoy. Te escribo mañana
Posdata; Cuídate: Carta 48 de 365.
Mi habitación me ha visto llorar como nunca nada ni nadie ha sido capaz, yo que me he roto en dos como no puedes imaginar, la almohada que me pide el divorcio cansada de mojarse y saber lo que perturba en mi mente. Como decía Alfred yo que quise llevarte de la Tierra hasta Marte pero me tuve que conformar con el compás de espera.
Te dejo en mi recuerdo, salgamos afuera, que estalle mi guerra hacia ti, volviéndome loco, borracho de besos, locura civil.
Acostumbrado a ser el poeta suicida que se deja la piel en cada batalla, analizo las respuestas, todas se encallan, lucho a babor para salir a flote, pido por favor que no se me note, escalo paredes, salto muros infinitos pero cuando llego a lo que parece que es el final, tus labios imaginados por mi, mi corazón me grita VUELVE, inocente corro hacia ellos esperando respuesta inmediata pero cuando me quiero dar cuenta otro muro se pone delante de mi, llevo así días, que digo días, meses, meses que se vuelven infinitos, pero por mas que que quiera el fin, y mira que me lo repito, sigo escalando, saltando e intentando volar por si en algún momento alcanzo la meta final.
De momento no paro de luchar, quiero ganar, llegar hasta el momento justo y final, pero no puedo prometer que en algún momento pare, me baje del barco y reme hasta la orilla pidiendo piedad.
Nada mas por hoy. Te escribo mañana
Posdata; Cuídate: Carta 48 de 365.
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